En 1970 John Lennon escribió Instant Karma. Contaba que la compuso en el desayuno, la grabó a la hora de la comida y la editó durante la cena. A lo mejor exageraba un poco pero parece que el proceso no duró más de seis días.

Según el karma, nuestros actos nos traerán consecuencias en otras vidas. En el mundo empresarial, sin embargo, funciona el karma instantáneo, al que canta John Lennon. Lo que haces tiene consecuencias inmediatas, para bien y para mal.

Este tema de Lennon es premonitorio respecto a tres cuestiones fundamentales que nos encontramos en el día a día con diferentes organizaciones y que son algunos de los grandes desafíos actuales. El karma instantáneo nos habla de la inmediatez y cambio constante del mundo de los negocios, del impacto instantáneo que tienen nuestros actos y por último cómo, a veces, las organizaciones viven ajenas a la realidad… hasta que llega el Karma.

Para que nos atrape el karma positivo será necesario, por lo tanto, monitorizar los cambios y adaptarnos a ellos, hacer seguimiento de nuestras acciones para obtener los resultados esperados y estar lo más pegados al terreno posible para conocer la realidad.

¿Cómo podemos llevar todo esto a cabo? Es necesario establecer mecanismos que nos apoyen en nuestro camino hacia el Smart Growth, nuestro buen karma. Consideremos, principalmente, cuatro dimensiones:

 

Clientes
No supongas, pregunta y observa. Implanta fórmulas que te permitan conocer a tus clientes y a los que quieres que lo sean para contar siempre con la información necesaria para tomar decisiones. Cuando hayas tomado las decisiones, ejecútalas. La información es poder, pero el verdadero poder está en lo que haces con esa información. Es necesario subir de nivel las encuestas de satisfacción.

Competidores
Analiza a tus competidores y a sus clientes. Desarrolla metodologías que te permitan conocer los principales atributos de tu competencia y compáralos con tu realidad. Es importante analizar a quienes son hoy tus competidores, pero también preguntarte quiénes lo serán mañana. Conviene tener en cuenta que tu entorno competitivo va a cambiar al mismo ritmo que todo lo demás. ¿Cómo iban a pensar las discográficas, por ejemplo, que su verdadero competidor sería un fabricante de ordenadores?

Alianzas
Piensa en colaborativo. Es muy complicado tener todas las capacidades que necesitas dentro de casa, así que analiza tus potenciales aliados para ensanchar tu propuesta de valor y crea tu metodología de colaboración. El caso de Dia con Amazon Fresh que permite comprar online productos de alimentación de La Plaza de Dia y recibirlos en una hora en el lugar elegido es un claro ejemplo.

Equipos
Cuanto más cerca, mejor. Es necesario reducir la distancia entre los equipos y los mandos, principalmente en lo que se refiere a equipos comerciales. Crear buenos canales de comunicación es fundamental para tener el pulso de la fuerza comercial y al mismo tiempo del mercado. De la misma forma que con los clientes, no supongas, pregunta y observa.
El seguimiento de estas cuatro dimensiones, clientes, competidores, alianzas y equipo, se puede llevar a cabo de manera formal e informal. De la misma manera es necesario combinar metodologías cualitativas con técnicas de Data Analytics para obtener la información necesaria para tomar las mejores decisiones, tanto respecto a nuestro mercado y clientes como a nuestros equipos.

De esta manera lograremos tener una visión dinámica e integral que nos permitirá detectar oportunidades de crecimiento y llevarlas a cabo con éxito.

John Lennon cantaba que el karma instantáneo te va a atrapar pero depende de ti de qué forma. Está en nuestra mano que sea el buen Karma.

 

 

Pablo Fernández de Castro

Managing Partner KIRIOM

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