Hacer lo mismo de siempre ya no sirve para competir en el sector legal. Los paradigmas han cambiado: parte del servicio legal se ha estandarizado; la tecnología y la inteligencia artificial cuestionan el papel del abogado; existe un empoderamiento del cliente y los canales de comunicación ya no son los tradicionales. Esperar ya no es una opción y hay que generar un sentido de urgencia.
Consideramos que la transformación debe empezar ahora. Las dudas y las incertidumbres están ahí y no van a despejarse; en consecuencia, más que correr después tenemos que arrancar ya.